Description
¡DESCUBRE EL SUPERPODER DE TUS PALABRAS!
Cuando somos amables y hablamos bonito,
segregamos oxitocina, que es la hormona de la felicidad y de la cercanía.
¡Las palabras son mágicas!; pueden acariciar… y sanar.
También lo que nos decimos a nosotros mismos
influye en nuestras emociones y en cómo actuamos
Los niños y niñas han de saber utilizar esa poderosa herramienta de forma creativa,
para que favorezca la relación con ellos mismos y con los demás.
Saber cómo hablar y como hablarse, con amabilidad y respeto,
MEJORARÁ LAS RELACIONES Y LA AUTOESTIMA.
Esta es la historia de una princesita, Vanesa, que no sabía ser amable,
y de Aiyana, una perdiz muy especial,
que la enseñó a serlo a través de las mágicas palabras.
¿Sabéis como lo hizo? ¿y lo que le ocurrió?
Os lo cuento…